"Restaurante Juan Mari" (c/ Emilio Castelar, 113c, San Pedro del Pinatar) ha terminado sus vacaciones. Ellos quizás no estén muy contentos (siempre saben a poco) pero yo sí lo estoy, no puedo negarlo, y es que tengo debilidad por él.
Un negocio familiar donde tú también te sientes como en casa con una amplia carta (con promesa de renovación tras estas vacaciones), aunque te recomendaría que te dejes aconsejar por Yolanda o recurras a unos menús que no te dejan insatisfecha porque detrás tenemos a un cocinero imaginativo y seguro como Juan Marí.
Un negocio familiar donde tú también te sientes como en casa con una amplia carta (con promesa de renovación tras estas vacaciones), aunque te recomendaría que te dejes aconsejar por Yolanda o recurras a unos menús que no te dejan insatisfecha porque detrás tenemos a un cocinero imaginativo y seguro como Juan Marí.
Y lo siento por la hora en la que va a salir esta entrada pero imaginaros la última vez que estuve, buenos amigos y los siguientes platos:
Para
ir haciendo boca comenzamos picoteando unas patatas chips, por
supuesto caseras, con berenjenas con miel, seguido de una tempura de
verduras (os recomiendo que la probéis, y disimuladamente le echéis el tenedor a las de brócoli antes que los demás se den cuenta). Una de las especialidades de
Juan Mari son sus arroces y nosotros pedimos por un pequeño antojo de una
de las comensales uno de conejo acompañada de su correspondiente
ensalada y por último un postre casero de lo más
goloso, crema de coco con helado de chocolate.
Ay, cuanto lamento que se les hayan acabado las vacaciones (vaya, que falsa soy en algunas cosas pero es que para Juan Marí, tras tantos años, no puedo ser de boca chica, más bien a pedir de boca)
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