Holy Preppy en New Elite Moda
Fusión sinergética. Reconocerlo, impacta.
Ya sabéis que desde que vi el reportaje sobre coaching y marketing estoy inmersa en intentar aplicar los principios que oí, o creí oír (tengo mis dudas de algunos términos), pero en particular instaurar la F.S. al blog se me resistía. ¿Cómo hacerlo? Me repetía, (¿qué será? me preguntaba),... Y el otro día me dije, simplifica, empieza por la fusión que lo otro ya se verá, y tal cual la idea llegó: fusionar blog y realidad, divulgarlo a pie de calle, empapelando literalmente con mis posts las calles del pueblo, bueno todo no que es mucho, solo sus carteles publicitarios, los rótulos, las señales, en un único intento de bitácora global. Impresiona ¿verdad?
Ya sabéis que desde que vi el reportaje sobre coaching y marketing estoy inmersa en intentar aplicar los principios que oí, o creí oír (tengo mis dudas de algunos términos), pero en particular instaurar la F.S. al blog se me resistía. ¿Cómo hacerlo? Me repetía, (¿qué será? me preguntaba),... Y el otro día me dije, simplifica, empieza por la fusión que lo otro ya se verá, y tal cual la idea llegó: fusionar blog y realidad, divulgarlo a pie de calle, empapelando literalmente con mis posts las calles del pueblo, bueno todo no que es mucho, solo sus carteles publicitarios, los rótulos, las señales, en un único intento de bitácora global. Impresiona ¿verdad?
Y lo mejor, nada de tecnología, solo herramientas sencillas: cubo con cola, escalera, brocha e imaginación. De hecho lo que me llevo más tiempo fue escoger la ropa que ponerme, nunca había hecho un outfit de este tipo y, como aprendimos de la canción, es difícil encontrar el punto entre elegante pero informal.
Y así armada y, según algún incondicional, peligrosa, salí.
En el primer cartel creí que estaba consiguiendo mi objetivo. Nada más empezar un coche de policía paro a admirar mi obra pero de eso que como que, desde arriba de la escalera, no supe transmitir el concepto de lo que hacia y creo que los municipales no me entendieron; de hecho ahora no se si enmarcar la multa o pagarla, pero tengo un posible título alternativo para la entrada, "empapeladora empapelada".
En el segundo, un poco más escondida porque la innovación hay que descubrirla, y ocultarla de los municipales, también descubrí que mi bata de diseño no era muy compatible con las aristas afiladas de la escalera. Ahora luce unos estupendos "cincuenta y seis" o lo que es lo mismo ocho estupendos "7"; si a eso le uno algún comentario de "niña súbete a las del Corte Inglés que por lo menos son mecánicas", me desilusionó mucho ese cartel y vi que no respondía a mis expectativas y no hubo ni feeling ni pegada.
En el tercero, (podían decirlo en las instrucciones) la cola se despegó de los vidrios de los paneles publicitarios y en cambio se engrudó muy bien en el pelo, pero bueno nada que no pueda arreglar una shower storming. Y lo más importante: el cartel se quedó y aunque esta un poco arrugado, eso si a lo Adolfo Domínguez, si giras la cabeza un poco aún puede leerse.
En el tercero, (podían decirlo en las instrucciones) la cola se despegó de los vidrios de los paneles publicitarios y en cambio se engrudó muy bien en el pelo, pero bueno nada que no pueda arreglar una shower storming. Y lo más importante: el cartel se quedó y aunque esta un poco arrugado, eso si a lo Adolfo Domínguez, si giras la cabeza un poco aún puede leerse.
Y llego al cuarto. La revelación.
No me aclare mucho con los travesaños de los peldaños y los tacones. San Pablo del caballo y yo de la escalera. Tras el golpe, no os preocupéis como podéis leer desde entonces me siento más lúcida, lo vi claro: El destino, quizás un poco brutalmente, me iba empujando al estilo grunge y si las calles eran peligrosas para el blog, y su autora, son las calles las que debían venir aquí. Se imponía un cambio de perspectiva y de paso en mi estilo en el vestir, eso si, un grunge menos radical que el accidentado mio mediterráneo como lo es la nueva colección "British Grunge" de Holy Preppy que encontraréis en New Elite Moda (y en las calles de mi blog).
No me aclare mucho con los travesaños de los peldaños y los tacones. San Pablo del caballo y yo de la escalera. Tras el golpe, no os preocupéis como podéis leer desde entonces me siento más lúcida, lo vi claro: El destino, quizás un poco brutalmente, me iba empujando al estilo grunge y si las calles eran peligrosas para el blog, y su autora, son las calles las que debían venir aquí. Se imponía un cambio de perspectiva y de paso en mi estilo en el vestir, eso si, un grunge menos radical que el accidentado mio mediterráneo como lo es la nueva colección "British Grunge" de Holy Preppy que encontraréis en New Elite Moda (y en las calles de mi blog).
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Si, esta última imagen es off-post.
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