El sábado me escape a Cartagena. Nada, una salida rápida en la que no me dio tiempo ni a tomarme una tapa en la Ruta que empezaba ese día. El fallo fue mio de cálculo, es pasar por la calle del Carmen y entretenerme en ella. Una travesía viva que me ha gustado y me gusta, que fluye entre conservación y el cambio imperceptible en su estética, en sus comercios; la misma desde que la conozco distinta cada vez que voy.
Tengo un amigo que se define como cartagenero de la calle del Carmen y no lo hace de una forma chauvinista, ni en lo uno ni en lo otro, sino solo definiendo el microcosmos en el que nació delimitado entre el Icue y la Plaza de España y que tenía (y tiene) casi todo lo necesario para no salir de ella: pastelerías, peluquerías, tiendas de ropa, Iglesia, papelerías y... Sevres, con nombre propio al igual que su estilo de tradición e innovación.
Y aunque su nombre completo sea Sevres Decoración han sido capaces de integrar, con la seguridad que da la experiencia, decoración, telas y mobiliario con moda y complementos. Hoss Intropia, uno piu uno, Martina Klein junto Valentí, Casamance, Clarke & Clarke... marcas que crean sus espacios en perfecta armonía.
Y no lo olvides, estás en la calle del Carmen. No te sorprenda paseando por la tienda verte, sin estridencias, inmersa en el menaje más utilitarista para la casa, con caprichos para gourmet/chef, y su unión fisica con Asiático shop dedicada a la bebida con cafeína más emblemática de la zona, ¿Hay que decirlo?, No, no es la Coca-Cola, los americanos no tienen Licor 43 para hacerse un asiático.
Pero eso es otra historia.
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