La conversación entrecortada que oyes al pasar y cuyo final intentas adivinar. La persona que ves y cavilas de donde viene y donde irá. Me gusta observar, imaginarme historias, perderme en algún detalle o encontrar aquel que me haga sonreir o pensar
Por eso me atrae la vitalidad de las calles en la que cada una parece tener su propio pulso, como la de hoy, Jabonerías, situada entre la Plaza José Esteve Mora y la Plaza de Julián Romea.
Conservando todo el encanto y la estética antigua de sus fachadas, sus bajos se han llenado de pequeños locales decorados cuidadosamente donde encontrar mil y un capricho. No te pasarán desapercibidos los escaparates de Serrano Alcázar y de Castejón Joyeros ni podrás resistirte a parar ante la sombrería más antigua de Murcia o probar los exquisitos pasteles de Kuss.
Y ya ves sin darnos cuenta hemos llegado al bullicio de la plaza Romea donde haremos un alto en alguna de sus terrazas y entre charlas y risas dejaremos que el tiempo se detenga y no exista la palabra "prisa".
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